Los antiguos griegos al llegar el solsticio de invierno celebraban el festival Lenaea. En él se representaban la muerte del dios Dionisos, identificado en un toro que es hecho pedazos y consumido por las Ménades. Más adelante en el ritual se ofrenda un bebé, lo que representa el renacimiento de Dioniso. De esa manera reiniciaban el ciclo solar como seres nuevos dejando atrás lo antiguo. A modo de celebración dionisiaca, cada 31 de diciembre miles de personas dejan atrás lo antiguo y renacen como personas nuevas tras recorrer los 10 kilómetros que separan el paseo de la Castellana del estadio de Vallecas. Unos dejan atrás lesiones, otros, enfermedades, aquellos, fallecimientos familiares pero todos como una fiesta, todos como reto deportivo, qué si no, y todos con la esperanza de un renacimiento a un año nuevo, mejor y más fructífero. Nuestros atletas así lo hicieron, en gran cantidad, como veis en la foto y llegaron a Vallecas con sus ilusiones para el nuevo año más reforzadas que nunca y como Dionisos recién nacido con todo un año por delante para cumplir sueños y objetivos. Ah perdón, que esto trata de deporte y el deporte a veces de resultados, pues todos llegaron bien. Sabiendo que casi ninguno haría su mejor marca (hemos dicho que es una fiesta) hay que destacar que sí lo consiguió nuestra entrenadora Anaís logrando además un quinto puesto en la carrera popular. Con ese espíritu, deseando todo un año lleno de sueños logrados, os deseamos feliz 2019.
